lunes, enero 15, 2007

Mundo


A veces me pregunto qué es el alma. Hay montones de definiciones según qué religión o filosofía te guste más. ¿Podemos creer que existe algo, y no ponernos de acuerdo de qué estamos hablando? Quiero decir, ¿hablar de algo sin saber cuál es mi referente y tu referente?

Quizá cuando se habla de alma, se suele hacer referencia en mayor medida a algo que nos perdurará y que nos da la cualidad máxima de seres; y que por eso somos superiores en calidad al resto de cosas que existen, porque hay algo que seguirá existiendo cuando muramos, de alguna forma.

Dejando de lado lo que me gustaría creer, no sé muy bien de qué hablan, de qué hablamos. Quizá sea ese el problema, de que el concepto alma unifica un poco un montón de cosas que de verdad queremos -necesitamos- creer. Que somos especiales y que algo de nosotros perdurará para siempre.

Me pregunto el por qué de esa necesidad, tan común entre tantas culturas, tantos hombres, tan antigua, por todo esto tan humana, la necesidad de que algo de nosotros continúe en el tiempo. Supongo que en el fondo habrá alguna explicación biológica relacionada con los instintos o algo así, como tantas otras cosas. A fin de cuentas si no lleváramos millones de años como animales, sintiendo esa necesidad imperiosa de dejar algún tipo de huella en el mundo -descendencia- hubiéramos dejado de existir como especie.

¿Y qué pasa con esos seres humanos que nacen con problemas mentales profundos? Tienen alma, porque son seres humanos, pero su actividad como ser no es la de un ser humano; o qué ocurre con las personas que han tenido accidentes y han sufrido daños cerebrales severos? ¿Y qué pasa con el alma de las personas que han sufrido la desafortunada circunstancia de tener un déficit de litio, eh? ¿Y los que nacen con un cromosoma de más? ¿Dejan entonces de tener alma o no? Mejor, ¿tienen alma los seres que no tienen libre albedrío? Ahh... pero, ¿cuánto libre albedrío? Porque como seres limitados en espacio y tiempo, confinados en un espacio y un tiempo concretos y con necesidades vitales, tenemos un albedrío ya algo limitado. ¿Y cómo se mide la libertad? ¿Es la capacidad de elegir el alma? Me imagino que no, porque después de la muerte no cero que vayamos a elegir muchas cosas.

Tengo la sensación de que eso que llaman alma no existe.